El color verde empieza a mandar en el viñedo. Ya asoman las primeras uvas que se convertirán en nuestra nueva añada. «Es un momento bonito en cuanto al aspecto del viñedo», señala Rafa Navarro, socio-fundador de Bodegas Hispano Suizas y responsable de toda la viticultura en el proyecto. «Pero a la vez es un momento delicado, pues esa uva que empieza a asomar está muy expuesta a lo que la climatología dicte», añade.
Y es que aún no ha pasado el peligro de bajadas de temperatura drásticas o el temido granizo, que estará amenazando como hace cada año prácticamente hasta la vendimia. «Estamos en ese momento en el que la climatología tiene que acompañar para el perfecto desarrollo de la planta. Ahora el sol es la mejor vitamina para la viña», explica Rafa Navarro.
La viña ni siquiera pide lluvia en esta fase. Todo lo que suponga demasiada humedad es un excelente caldo de cultivo para la aparición de enfermedades, especialmente en la variedad bobal. Un exceso de lluvia trae consigo este riesgo desde la floración hasta el cierre del racimo. Mucho menos pide frío. Una bajada sensible de las temperaturas situándolas cerca de los cero grados helaría esos brotes.
Así que después de la poda y del lloro, ha llegado la fase de brotación para un viñedo que seguimos mimando como si de un jardín se tratase. Tratando de guiar a esa viña a ofrecernos en unos meses una excelente nueva añada de los vinos y cavas que se elaboran en Hispano Suizas.
Después llegarán otros bellos momentos como el envero, esa fase en el que la uva de las variedades tintas, cambia del verde al tinto, y un poquito después tocará recoger los frutos, en una nueva vendimia.
De momento toca disfrutar al ver como asoma esa uva, algo que disfruta cada visitante que recibimos estos días en Bodegas Hispano Suizas.
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