Todo no se ha parado aunque lo parezca. El sector agrícola no puede parar. El campo sigue en marcha. En el caso de la viña, ya hay algunas parcelas brotando. No es la rebelión de la naturaleza, aunque bien pudimos ganárnosla con nuestra manera, la del ser humano, de castigar el planeta. Es el ciclo de la planta que sigue a su ritmo, ajeno a lo que pasa fuera.
Y es lo que ha hecho toda la vida. La viña demuestra constantemente su fortaleza. Es capaz de superar la amenaza de las plagas en diferentes épocas del año. Es capaz de aclimatarse a unas temperaturas que en pocos años han cambiado por obra y gracia del cambio climático. Es capaz de reponerse a granizos bestiales o heladas radicales cuando sus brotes comenzaban a asomarse al calor de la primavera… y todo lo hace para salvar la cosecha. Es como un escudo de autodefensa que necesita del trabajo de los humanos para ser eficiente, pero también de la naturaleza.
«Al final, la naturaleza es muy sabia. Después de muchos años en los que hemos vivido una sequía descomunal, está lloviendo de una manera muy interesante para la viña lo que le va a permitir llegar con solvencia a la cosecha con esta reserva de agua», señala Rafa Navarro, socio-fundador de Hispano Suizas y responsable de toda la parte de viticultura.
«Llevábamos un año complicado porque andábamos 20 o 25 días por delante de lo idóneo debido a las suaves temperaturas de otoño e invierno. La brotación se estaba adelantando, pero la llegada de estas lluvias y temperaturas más altas han sujetado este momento y lo está llevando a un año ejemplar con el calendario vitícola. Es como si la naturaleza se hubiese aliado con nosotros. Y cuando pasen estos días de lluvia, y el sol vuelva a brillar, vamos a vivir una brotación espectacular, el viñedo va a estar precioso y en todo su esplendor», añade Rafa.
«Nosotros ya tenemos en una brotación controlada el chardonnay y la pinot noir. Le van a seguir merlot y syrah… y después el resto. Pero el año va a ser de libro en nuestra finca. Repito, la naturaleza es muy sabia», reflexiona Rafa Navarro.
Y es que ahí sigue, agarrada a la tierra dando muestra de una fortaleza envidiable. Mostrándonos cada día un espejo en el que mirarnos. Adaptándose a las circunstancias como nadie. Sabiendo que todo su esfuerzo tiene la recompensa de convertirse luego en una nueva añada.
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La naturaleza es sabia y los humanos deberíamos fijarnos más en ella y no hacerlo tan complejo
Pepe dalmau 01/04/2020, 07:50