Está siendo un año atípico para todos y la vendimia, no ha sido una excepción. Tras la entrada de la uva destinada a nuestros cavas y nuestros vinos tranquilos blanco y rosado, toca el turno de las variedades con las que elaboramos nuestros tintos.
«Es un año muy atípico en todos los sentidos, ya que hemos tenido un invierno y una primavera muy lluviosa que nos ha traído muchas plagas a la viña. Pero hemos sabido gestionar todos estos problemas con buenos resultados para obtener una uva excepcional. Aunque sí que es verdad que una parte de la cosecha se ha perdido en la viña. La calidad de la uva es excelente y con un estado sanitario como no se veía hace muchos años», analiza Pablo Ossorio.
Con esta materia prima es con la que ya estamos elaborando nuestros tintos de la añada 2020. «Los vinos de Pinot Noir ya hemos empezado a elaborarlos y el resultado esta siendo muy bueno, ya que tenemos color, grado alcohólico suficiente y muy buena acidez, no se puede pedir más. La Bobal viene un poco mas tardía y no empezaremos hasta mediados de octubre, pero a priori pinta muy bien», añade nuestro socio fundador.
Y es que es ahora, en el proceso de elaboración, cuando Hispano Suizas imprime un sello muy especial a su familia de tintos. «La gran diferencia de la elaboración de los vinos tintos de Hispano Suizas radica en la propia uva que viene trabajada desde el campo y nuestro sistema exclusivo de fermentación en lotes de 400 litros en barricas de roble nuevas todos los años. Sin olvidarnos del envejecimiento también en barricas nuevas de 300 litros que renovamos todos los años», nos explica Ossorio.
El trabajo de todo un año comienza a dibujar los Bassus, Finca Casilla Herrera, Bobos y Quod Superius de una añada que será recordada para siempre. Es el resultado de un excepcional trabajo en viticultura durante todo el año, pensando concienzudamente el destino de cada parcela, de cada variedad. Un mimo que se traslada al producto final.
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